Advertisement

Responsive Advertisement

Cuando la ayuda se convierte en una pesadilla

Cuando la ayuda se convierte en una pesadilla 

Hace algunos años, vivía en una pequeña casa en las afueras de la ciudad. Era una noche oscura y tormentosa cuando escuché un golpe en la puerta. Al acercarme, vi a un hombre empapado de lluvia parado en mi entrada. Me pidió ayuda, diciendo que su auto se había averiado y que necesitaba un lugar para pasar la noche.

A pesar de mis dudas, lo dejé entrar y le ofrecí una habitación para quedarse. Sin embargo, algo en él me hacía sentir incómoda. Tenía una sonrisa siniestra y sus ojos parecían vacíos. Traté de ignorar mi intuición y me fui a dormir.



Desperté en medio de la noche al escuchar ruidos extraños en mi casa. Me levanté para investigar, pero no encontré nada. Sin embargo, cuando regresé a mi habitación, el hombre estaba parado al final de mi cama, sonriendo de manera perturbadora.

Le pregunté qué estaba haciendo allí, pero no me respondió. En cambio, se acercó a mí lentamente. Me paralizó el miedo y no pude moverme. Fue entonces cuando noté algo extraño en su piel, algo que parecían escamas. Me di cuenta de que no era humano.

Traté de correr, pero él me agarró y me arrastró hacia la sala de estar. Ahí, encontré un círculo de velas y otros objetos extraños. Me di cuenta de que estaba en medio de un ritual oscuro. El hombre me empujó al centro del círculo y comenzó a murmurar palabras incomprensibles.

De repente, sentí un fuerte dolor en mi cuerpo. Sentí como si algo estuviera tratando de poseerme. Luché con todas mis fuerzas para liberarme, pero era demasiado fuerte. Finalmente, perdí la conciencia.

Cuando desperté, estaba sola en mi casa. Todo estaba en silencio y oscuro. Me di cuenta de que algo había salido mal en el ritual, y que el hombre había sido incapaz de completarlo. Pero algo había quedado en mí, algo que no me dejaba en paz.



Desde entonces, he tenido visiones de cosas horribles y he escuchado voces susurrando mi nombre en la oscuridad. Sé que algo me posee, y no sé cómo deshacerme de él. Me arrepiento de haber dejado entrar a ese hombre en mi casa, pero ya es tarde para remediarlo. Nunca debería haber confiado en un extraño en una noche oscura y tormentosa.

Desde aquella noche, no he vuelto a dormir en mi casa. Me he mudado varias veces, pero no importa cuánto me aleje, sigo sintiendo la presencia del ser que se apoderó de mí. He buscado ayuda de médicos y psiquiatras, pero nadie parece creer en lo que me sucedió aquella noche.

Cada vez que cierro los ojos, siento su presencia. Sé que está ahí, observándome, esperando el momento adecuado para atacar. He intentado todo para librarme de él, pero nada funciona. Incluso he llegado al punto de buscar exorcismos y hechiceros, pero todo ha sido en vano.

Ahora, me siento atrapada en mi propia mente, luchando contra una fuerza que no puedo vencer. Me doy cuenta de que mi vida nunca volverá a ser normal, y que siempre viviré con esta maldición. Me arrepiento de haber dejado entrar a ese extraño en mi casa, pero espero que esta historia sirva como una advertencia para los demás. Nunca confíes en un extraño en una noche oscura y tormentosa, porque nunca se sabe lo que puede suceder.

Publicar un comentario

0 Comentarios