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La caja macabra: mi peor pesadilla

 La caja macabra: mi peor pesadilla

Recuerdo perfectamente el día en que la caja llegó a mi puerta. Era una tarde de otoño, el viento soplaba fuerte y las hojas secas volaban por el aire. Salí de casa para recoger el correo y ahí estaba ella, una caja de madera oscura con un aspecto macabro. No había remitente, solo una nota en la parte superior que decía: "Abre si te atreves".

Mi curiosidad superó cualquier miedo que pudiera sentir, así que tomé la caja y la llevé adentro. Mi corazón latía fuerte mientras la abría lentamente. Adentro había una serie de objetos extraños: un antiguo libro de hechizos, un cuchillo oxidado y un extraño amuleto de hueso. También había una nota que decía: "Estos objetos están malditos, no deberías haber abierto la caja".




Ignoré la advertencia y decidí quedarme con los objetos. Fue entonces cuando comenzaron a suceder cosas extrañas. Por las noches, escuchaba voces susurrando mi nombre y sentía una presencia siniestra en la habitación. Empecé a tener pesadillas horribles, y siempre había una figura oscura en ellas, mirándome fijamente.

Mis amigos comenzaron a preocuparse cuando empecé a hablarles de las cosas extrañas que sucedían en mi casa. Me dijeron que deshaga los objetos, pero no podía. Algo me impedía hacerlo, como si estuviera bajo el control de las maldiciones que encerraban.

Finalmente, no pude soportar más el miedo y decidí llamar a un experto en lo paranormal. Cuando llegó, hizo un recorrido por mi casa y encontró algo que me dejó sin aliento. Descubrió que la caja había sido utilizada para un ritual oscuro, y que los objetos dentro de ella habían sido malditos.

El experto inmediatamente se deshizo de los objetos y llevó la caja lejos de mi casa. Desde entonces, las cosas extrañas han cesado, pero nunca olvidaré la experiencia aterradora que tuve. Aprendí mi lección: nunca volveré a abrir una caja misteriosa sin saber su origen y contenido.




Pero incluso después de que los objetos fueron eliminados, la caja macabra continuó persiguiéndome en mis sueños. Todas las noches, la misma figura oscura aparecía, tratando de arrastrarme hacia la caja. Me despertaba gritando y sudando, sabiendo que la caja aún tenía un poder oscuro sobre mí.

Un día, mientras investigaba en línea, descubrí que la caja había pasado por muchas manos antes de llegar a mí. Había sido vendida en una subasta y comprada por un coleccionista de objetos ocultos. La caja había causado problemas en cada hogar donde había estado, y parecía haber sido abandonada después de que cada propietario se diera cuenta del mal que traía consigo.

Finalmente, decidí tomar medidas extremas. Me dirigí a un chamán que me recomendó el experto en lo paranormal y le pedí su ayuda para liberarme de la maldición de la caja. Después de un ritual intenso y agotador, finalmente pude dormir sin ser atormentado por las pesadillas y la figura oscura.

Aunque la caja macabra ya no estaba en mi posesión, aún me atormentaba. Aprendí que hay cosas en este mundo que no podemos comprender, y que algunas cajas deben permanecer cerradas para siempre.

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