La obsesión del entrenador
El entrenador de fútbol, Jack, siempre había sido conocido por ser un hombre exigente y ambicioso. Su equipo siempre estaba en los primeros lugares y él no se conformaba con menos. Pero lo que nadie sabía era que Jack tenía una obsesión siniestra por el éxito de su equipo.
Una noche, después de un partido particularmente duro, Jack llevó a sus jugadores a una sesión de entrenamiento nocturna. El equipo estaba agotado, pero Jack no parecía importarle. Los llevó a una cancha apartada en el bosque, lejos de los ojos curiosos y comenzó a entrenarlos.
A medida que avanzaba la sesión de entrenamiento, Jack se volvía cada vez más exigente. Les gritaba a sus jugadores, los obligaba a correr más rápido y a esforzarse más. Los jugadores comenzaron a desmoronarse, pero Jack no mostraba ninguna piedad.
De repente, uno de los jugadores se desplomó en el campo. Jack lo ignoró y continuó con el entrenamiento, mientras los otros jugadores miraban horrorizados. Pero cuando otro jugador se desplomó, Jack finalmente se detuvo. Parecía como si hubiera logrado su objetivo: había llevado a sus jugadores al límite de sus fuerzas.
Los jugadores intentaron llevar a sus compañeros a casa, pero Jack se negó. Los obligó a quedarse en la cancha y continuar entrenando hasta que amaneciera. Los jugadores temblaban de agotamiento y miedo, pero no se atrevían a desafiar a Jack.
A medida que la noche avanzaba, las cosas se volvieron aún más extrañas. Jack comenzó a hablar de manera incoherente sobre cómo el éxito de su equipo era más importante que cualquier cosa. Habló de sacrificio y de la necesidad de hacer lo que fuera necesario para ganar.
Los jugadores comenzaron a darse cuenta de que Jack había perdido completamente el control de sí mismo. Temían por sus vidas, pero no podían hacer nada para detenerlo.
Finalmente, el sol comenzó a salir y Jack permitió que los jugadores regresaran a casa. Pero no sería el fin de la obsesión de Jack. A medida que pasaban los días, los jugadores comenzaron a notar un cambio en su comportamiento. Se volvió cada vez más errático y paranoico, y sus discursos se volvieron más delirantes.
Finalmente, un día, Jack desapareció por completo. Su cuerpo nunca fue encontrado, pero se dice que todavía merodea por la cancha de entrenamiento en la noche. Algunos incluso han afirmado haber visto su figura espectral en la distancia, gritando órdenes a sus jugadores mientras su risa malvada llena el aire.
Los jugadores del equipo de fútbol nunca volvieron a ser los mismos después de esa noche. A pesar de que lograron superar el trauma, siempre recordarían a Jack como un hombre obsesionado con la victoria a cualquier costo. Algunos incluso dejaron el equipo después del incidente, incapaces de soportar la presión y el miedo que les provocaba recordar lo que habían vivido.
La cancha de entrenamiento en el bosque fue abandonada y nunca más se volvió a utilizar. Algunos lugareños cuentan historias espeluznantes sobre lo que sucede allí por la noche. Se dice que el espíritu de Jack todavía ronda por la cancha, tratando de forzar a los jugadores inexistentes a dar lo mejor de sí. Otros dicen que, si te acercas lo suficiente a la cancha por la noche, podrás escuchar sus gritos y risas malvadas.
Aunque nadie sabe realmente lo que le sucedió a Jack, su legado oscuro sigue presente en el equipo de fútbol y en la comunidad en general. La obsesión por el éxito y la presión extrema en los deportes juveniles es algo que todavía se discute y se busca evitar, en honor a los jugadores que sufrieron en manos de Jack.
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