Las primeras paradas están documentadas en cámaras y recibos: madre e hijo estuvieron en el Brookfield Zoo y en el complejo acuático KeyLime Cove, en Gurnee. Al día siguiente, 12 de mayo, se registraron en el Kalahari Resort de Wisconsin Dells. La última imagen de ambos juntos es del 13 de mayo por la mañana, cuando aparecen saliendo del Kalahari. Después, nadie volvió a ver a Timmothy con vida.
Ese mismo 13 de mayo, entre el mediodía y la 1:30 p. m., Amy llamó por teléfono a familiares. Los registros de celular la situaron al noroeste de Sterling, cerca de la Ruta 40; al fondo se escuchaba la voz de Timmothy diciendo que “tenía hambre”. Era una señal inquietante: seguían en carretera, sin rumbo claro, y ya muy lejos de Wisconsin Dells.
Al caer la tarde de ese viernes, las cámaras la captaron sola en Winnebago (Illinois), comprando papel y sobres en una tienda Family Dollar y, poco después, en un supermercado Sullivan’s. A las 11:15 p. m., Amy hizo check-in —también sola— en el Rockford Inn, en Rockford. Al día siguiente, 14 de mayo, personal de limpieza la encontró sin vida. Dejó una nota: Timmothy estaba “a salvo, con personas que lo cuidarían”, pero “nunca sería encontrado”. La autopsia confirmó que Amy murió por lesiones autoinfligidas; la policía no halló indicios de participación de terceros.
Las pistas materiales se concentraron en el vehículo de Amy, una Ford Expedition 2004 hallada en el estacionamiento del motel. El SUV estaba “visiblemente sucio”, con hierbas altas y tierra adheridas al chasis, lo que sugería tránsito por zonas de pastizal. Dentro se detectó “una cantidad considerable” de sangre de Timmothy; la familia sostuvo que podría deberse a una fuerte epistaxis ocurrida meses antes. También faltaban objetos clave: la mochila de Spider-Man, juguetes y parte de la ropa de Amy.
En 2013 apareció otro detalle: se recuperó el celular de Amy en una zanja al costado de carretera en el área de Rockford. No aportó información útil, pero consolidó la hipótesis de que, tras dejar el Kalahari, Amy condujo por el corredor I-88/I-39 y la región de Sterling/Rock Falls antes de terminar en Rockford.
Con el tiempo, los investigadores y la familia bosquejaron las dos lecturas que hasta hoy dividen el caso. Una, que Amy entregó a su hijo de forma deliberada a terceros y se quitó la vida para impedir que lo rastrearan. Otra, que Timmothy pudo haber corrido un destino más oscuro y que la nota fue un señuelo. La familia mantiene la esperanza y, en 2022 —cuando Timmothy cumplió 18—, reiteró públicamente que lo creen vivo. Registros de peaje anteriores incluso muestran viajes de Amy a la zona de Dixon meses antes, interpretados por algunos como “rutas de preparación”. Son hipótesis; el expediente oficial sigue abierto y sin hallazgos concluyentes.
El golpe emocional más cruel llegó en abril de 2019, cuando un joven en Kentucky afirmó ser Timmothy; el FBI lo sometió a pruebas de ADN y resultó ser un impostor: Brian Michael Rini, de 23 años. Fue acusado y condenado en un caso aparte por sus declaraciones falsas. Aquella falsa alarma quebró, por un instante, la paciencia y la esperanza de una familia agotada, pero no cerró ninguna línea investigativa.
Para mantener vivo el expediente, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) difunde periódicamente imágenes forenses de progresión de edad. En mayo de 2024 publicó una nueva proyección de cómo podría lucir Timmothy a los 19 años; hoy tendría 20. Son herramientas de alerta pública, no pruebas, pero sirven para actualizar la memoria colectiva del rostro que falta.
¿Qué sabemos, a ciencia cierta, en 2025? Que la última evidencia firme lo sitúa con su madre al salir del Kalahari Resort la mañana del 13 de mayo; que horas más tarde Amy estuvo sola en Winnebago y acabó muriendo en Rockford; que hubo material biológico de Timmothy en el SUV, aunque con explicación alternativa; y que ninguna búsqueda ha dado con él. Si viste algo, si recuerdas a un niño de 6 años con mochila de Spider-Man en aquella ruta, o si hoy reconoces a un joven que podría ser Timmothy, el contacto es 1-800-THE-LOST (NCMEC) o la línea de pistas de la policía de Aurora. Porque a veces, lo más aterrador no es perder a alguien… sino convivir con un secreto que se resiste a ser encontrado.
0 Comentarios