La peluca
Había una vez una joven mujer llamada Ana que siempre había sido muy coqueta. Le encantaba lucir diferentes peinados y cambiar el color de su cabello cada cierto tiempo. Sin embargo, después de que comenzara a sufrir una inesperada pérdida de cabello, Ana comenzó a sentirse insegura y deprimida.
Un día, Ana descubrió una peluca que parecía perfecta para ella. Era larga, sedosa y del mismo color que su cabello natural. La peluca hizo que Ana se sintiera segura de nuevo y ella comenzó a usarla todos los días.
Sin embargo, con el tiempo, Ana comenzó a notar que algo extraño estaba sucediendo. La peluca parecía tener vida propia y se movía de forma extraña a su alrededor. Ana trató de ignorar estas extrañas sensaciones, pensando que solo era su imaginación jugándole malas pasadas.
Una noche, mientras Ana se preparaba para dormir, notó que la peluca se movía por sí sola. Se acercó a la peluca para comprobarlo, pero cuando lo hizo, la peluca saltó y se aferró a su cabeza como si quisiera asfixiarla. Ana trató de deshacerse de la peluca, pero no importaba lo que hiciera, no podía sacarla de su cabeza.
La peluca comenzó a controlar la mente de Ana, haciéndola actuar de manera extraña y violenta. Comenzó a hablar con una voz extraña y aterrorizante, y exigía que Ana hiciera cosas que ella nunca hubiera imaginado. La peluca se había apoderado completamente de la mente de Ana y la había transformado en una persona completamente diferente.
Desesperada por liberarse del control de la peluca, Ana decidió buscar ayuda profesional. Pero la peluca no se lo permitió. Cada vez que Ana intentaba salir de casa, la peluca la atacaba y la obligaba a regresar a su habitación. Ana comenzó a darse cuenta de que nunca podría escapar de la peluca, y que la única forma de liberarse era quitándose la vida.
Cuando las autoridades encontraron el cuerpo de Ana, lo encontraron sin la peluca. La peluca había desaparecido sin dejar rastro. Se dice que la peluca todavía está por ahí, esperando su próxima víctima. Y aquellos que la han visto, dicen que la peluca tiene una extraña aura, como si estuviera poseída por un espíritu malvado. Desde entonces, nadie se ha atrevido a comprar una peluca usada, y muchos creen que cualquier peluca podría ser la próxima víctima del espíritu vengativo.
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