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El ascensor maldito: una historia de terror que no podrás olvidar

 El ascensor maldito: una historia de terror que no podrás olvidar

Me gustaría compartir contigo una historia de terror que me contó mi abuela hace muchos años sobre un ascensor que había en su antiguo edificio.

Según ella, había un ascensor viejo que se usaba en su edificio de apartamentos en el centro de la ciudad. El ascensor tenía la reputación de ser un poco inestable, pero nadie esperaba lo que sucedió esa noche.




Una joven llamada Sara había estado trabajando hasta tarde en su oficina en el piso superior del edificio. Al final del día, se dirigió al ascensor para bajar al vestíbulo y regresar a casa. Pero al presionar el botón de llamada, se dio cuenta de que el ascensor no se movía. Después de varios intentos infructuosos, Sara comenzó a preocuparse. ¿Qué pasaría si nadie más estuviera en el edificio? ¿Estaría atrapada allí toda la noche?

Finalmente, después de unos minutos, el ascensor comenzó a moverse. Pero no descendió al vestíbulo. En cambio, comenzó a subir, subiendo y subiendo hasta que llegó al piso más alto del edificio. Sara se quedó desconcertada, tratando de entender lo que estaba sucediendo. Pero cuando las puertas del ascensor se abrieron, se encontró en un pasillo oscuro y desolado que nunca había visto antes.

Sara intentó retroceder, pero las puertas del ascensor se cerraron detrás de ella y no pudo volver atrás. Así que comenzó a caminar por el pasillo, buscando una salida. Pero cuanto más caminaba, más profundo se adentraba en el edificio, y más siniestro se volvía todo. Las luces parpadearon, las paredes goteaban agua y el aire se llenó de un olor rancio y desagradable.

Sara finalmente llegó a una puerta cerrada. Desesperada por escapar, intentó abrirla. Pero cuando lo hizo, una ráfaga de aire frío la golpeó y una mano huesuda la agarró del hombro. Sara gritó de terror y corrió hacia atrás, pero la puerta se cerró de golpe detrás de ella.




Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el ascensor regresó a la planta baja y las puertas se abrieron. Sara salió corriendo, temblando y sudando frío. Cuando se volteó para mirar el edificio, vio que el piso superior estaba en ruinas, y que la sección donde había estado era simplemente un agujero negro y vacío.

Nunca volvió a hablar de lo que había visto esa noche, pero todos en el edificio sabían que algo extraño había sucedido en ese ascensor. Desde entonces, la gente comenzó a evitar ese ascensor, y se dijo que estaba embrujado por los fantasmas de los antiguos inquilinos del edificio.

Sara nunca olvidaría aquella noche de terror en el ascensor. Desde entonces, se aseguró de evitar el edificio y ese ascensor en particular. Pero nunca dejó de preguntarse qué habría sucedido si no hubiera logrado escapar. ¿Habría sido condenada a vagar por ese pasillo oscuro para siempre, condenada a sufrir junto con los fantasmas de los antiguos inquilinos del edificio? Nunca lo sabría con seguridad, pero la experiencia le dejó una huella imborrable en su mente.

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