La Obsesión Mortal: El Terror de Adelgazar a Toda Costa 

María era una mujer obsesionada con su apariencia física. Su deseo de adelgazar a toda costa la llevó por un camino oscuro y aterrador.

Era una noche fría cuando María descubrió un anuncio en línea sobre una clínica de adelgazamiento revolucionaria. Sin pensarlo dos veces, decidió hacer una consulta. La clínica estaba ubicada en un edificio sombrío en las afueras de la ciudad, pero María estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de lograr su objetivo.

Al llegar, se encontró con el doctor Smith, un hombre de aspecto siniestro y una sonrisa inquietante. El doctor le prometió resultados sorprendentes en poco tiempo y María aceptó someterse al tratamiento experimental.

Las primeras semanas fueron duras. María se sometió a una dieta estricta y a un régimen de ejercicios extenuantes. A medida que los kilos iban desapareciendo, María se sentía cada vez más débil y agotada. Sin embargo, su obsesión por adelgazar superaba cualquier preocupación.

Pero algo extraño comenzó a suceder. María notó que su reflejo en el espejo no coincidía con su peso real. Por más que perdía peso, su imagen se volvía cada vez más distorsionada y demacrada. Incluso su rostro mostraba signos de envejecimiento prematuro.

Aterrorizada, María regresó a la clínica para buscar respuestas. El doctor Smith la recibió con una mirada perversa y le reveló el oscuro secreto del tratamiento: la clínica utilizaba un suero experimental que consumía la energía vital de los pacientes para quemar grasa. Era un trato con lo sobrenatural, donde cada kilo perdido cobraba un precio demasiado alto.

María se dio cuenta de que su obsesión por adelgazar la estaba llevando a la muerte. Pero ya era demasiado tarde. Su cuerpo se estaba desvaneciendo, su fuerza vital estaba siendo consumida por el oscuro poder del suero.

Con cada día que pasaba, María se volvía más transparente, casi un fantasma. Su familia y amigos apenas podían reconocerla. Luchando por su vida, intentó revertir el proceso, pero todo fue en vano.

Finalmente, una noche, María se desvaneció por completo. Su cuerpo desapareció, dejando solo su sombra en el suelo. Su obsesión por adelgazar a toda costa la había llevado a un destino trágico y espeluznante.

Desde aquel día, la historia de María se convirtió en una advertencia para aquellos que buscaban la perfección física sin importar el costo. Su espíritu atormentado sigue vagando por los pasillos oscuros de la clínica, recordando a todos que la belleza verdadera no se encuentra en la apariencia física, sino en la aceptación y el amor propio.