Salió de casa con las llaves y las cholas; dejó las luces encendidas y a su madre dependiente en cama, un detalle que para la familia demuestra que pensaba volver en minutos. Fue vista cerca de la medianoche en la avenida de la playa y se perdió su pista en ese entorno.
La denuncia se registró al mediodía del lunes 24 de junio en el Puesto de la Guardia Civil de Agüimes y, desde ese momento, se activó un dispositivo de búsqueda por tierra, mar y aire coordinado por el 112 Canarias. Participaron GEAS, helicóptero de Guardia Civil, unidades de tierra y el helicóptero del GES del Gobierno de Canarias.
Durante los primeros días, la costa de Arinaga fue peinada una y otra vez. Buzos de GEAS rastrearon fondos, patrullas revisaron escolleras y zonas de difícil acceso, y voluntarios recorrieron el litoral a pie, mientras la familia pedía colaboración ciudadana para localizar fotos o vídeos tomados a partir de las 00:20 que pudieran aportar pistas.
La descripción difundida por SOS Desaparecidos y medios locales insistía en su alta vulnerabilidad: 75 años, complexión gruesa, ojos castaños, gafas graduadas. Cada dato, repetido en radio y televisión insulares, buscaba fijar su imagen en la retina de la isla. Pero no llegó ninguna pista sólida.
En los días siguientes, las noticias hablaban de operativos sostenidos y de una toalla hallada flotando que no pudo vincularse a Manoli. La hipótesis principal de los investigadores, comunicada a la familia, fue que “podría estar en el mar”, un escenario que explica parte del dispositivo pero no cierra el caso.
El sexto día de búsqueda se saldó “sin novedad”. Los GEAS dieron por concluido el rastreo subacuático activo en la zona de costa, y bomberos de Las Palmas GC llegados con un robot subacuático inspeccionaron de nuevo con mejores condiciones de visibilidad, también sin resultados.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Agüimes agradeció públicamente el trabajo de fuerzas y cuerpos de seguridad, Protección Civil y voluntariado, e hizo un llamamiento para que cualquier persona con información se pusiera en contacto con las autoridades. El pueblo entero se volcó con la familia.
La cronología quedó fijada: noche del 23 de junio salida hacia la playa; denuncia el 24; tercer y cuarto día con búsqueda reforzada; sexta jornada sin hallazgos. En paralelo, los titulares repetían una misma frase que helaba: “Sin rastro de Manoli”.
Con el paso de las semanas, las batidas se redujeron, pero la investigación siguió viva. Medios de Canarias mantuvieron el foco en el caso, recordando el contexto: una tradición nocturna, un trayecto corto, un punto ciego en la costa. Desde Arinaga hasta toda la isla se siguió compartiendo su ficha.
Un año después, Arinaga volvió a nombrarla. En aniversarios y efemérides, la comunidad insiste en no olvidar: Manoli “salió a cumplir el rito de San Juan y no regresó”. La vigilia social se mantiene, pidiendo que la búsqueda continúe y reclamando nuevas líneas de actuación si surgen indicios.
Hoy, el expediente sigue abierto: no hay hallazgo, ni indicios concluyentes de accidente, desorientación o terceros. La costa de Arinaga guarda sus propios silencios, pero la familia de Manoli y el municipio no han renunciado a encontrar una respuesta que cierre el círculo.
Si estuviste en la zona entre las 00:00 y las 01:00 del 24 de junio de 2024, conserva y comparte cualquier imagen con la Guardia Civil o 112 Canarias. Cada detalle cuenta.
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