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La escalera maldita

 La escalera maldita

Había una chica llamada Ana que amaba los objetos antiguos. Un día, mientras caminaba por el bazar local, encontró una escalera antigua y hermosa que llamó su atención. La compró de inmediato y la llevó a casa para utilizarla como decoración en su habitación.

Un día, Ana decidió probar la escalera y subir a la parte superior de su armario. Pero cuando bajó la vista, se dio cuenta de que todo a su alrededor parecía extraño, como si estuviera en una dimensión paralela. Todo estaba en el mismo lugar, pero no era su casa.




Desesperada, intentó bajar la escalera y regresar a su casa, pero no pudo. La escalera no la llevaba de vuelta al mundo real. Ana estaba atrapada en una dimensión paralela.

Días después, los familiares y amigos de Ana comenzaron a buscarla. Registraron toda la casa, pero no pudieron encontrarla. Pensaron que había desaparecido sin dejar rastro. Vendieron todas sus pertenencias, incluida la escalera, que ahora estaba en manos de otra persona.

La escalera, sin embargo, seguía funcionando de manera extraña. La persona que la compró notó que cuando subía y bajaba por la escalera, se sentía incómodo. En un momento, sintió que estaba en una dimensión paralela y que no podía escapar.

Poco a poco, la escalera fue llevándose a más personas. Todos ellos desaparecían sin dejar rastro, y la escalera volvía a estar en venta, lista para encontrar una nueva víctima.

Desde entonces, se rumorea que la escalera está maldita y que aquellos que se atreven a usarla pueden verse atrapados en una dimensión paralela. La gente del pueblo evita la casa donde se vendió la escalera, pero la escalera sigue buscando a alguien que se atreva a subir por ella y nunca volver.

A medida que pasaban los años, la historia de la escalera maldita se extendía por todo el pueblo y se convirtió en una leyenda. Nadie se atrevía a comprarla, pero la escalera seguía apareciendo de vez en cuando en los bazares y tiendas de antigüedades.

Un día, un joven llamado Luis vio la escalera en un bazar local y se sintió atraído por su belleza. A pesar de las advertencias de los vendedores, Luis compró la escalera y la llevó a su casa.




Mientras subía por la escalera, Luis sintió una extraña sensación de mareo y desorientación. Al llegar a la cima, se dio cuenta de que estaba en una habitación que no reconocía. Se asustó al ver una figura oscura que se acercaba a él lentamente.

De repente, se encontró de vuelta en su casa, pero la escalera había desaparecido. Luis nunca volvió a ser el mismo después de esa experiencia y decidió investigar más sobre la historia de la escalera.

Descubrió que la escalera había sido fabricada por un carpintero local que había desaparecido misteriosamente años atrás. Se rumoreaba que había construido la escalera con madera de un árbol que crecía en un lugar sagrado, lo que le había otorgado poderes sobrenaturales.

Luis decidió que era hora de deshacerse de la escalera maldita y la entregó al museo local para que la estudiara. La escalera nunca fue vendida de nuevo y se mantuvo como un objeto de curiosidad, una advertencia sobre los peligros de jugar con cosas antiguas y malditas.

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