Los servicios de emergencia trasladaron a ambos al Hospital Universitari i Politècnic La Fe. El mayor falleció en quirófano por una puñalada en el pecho; el menor ingresó grave pero estable, bajo custodia médica y con vigilancia policial ante el riesgo de represalias. La Brigada de Homicidios asumió el caso y pidió colaboración ciudadana para identificar a todos los implicados.
En las primeras horas no hubo detenciones. Las patrullas acordonaron el entorno del templo y se revisaron cámaras de seguridad de la zona mientras se tomaban declaraciones a testigos que hablaban de dos familias enfrentadas y un conflicto previo que habría detonado esa tarde. El llamamiento de la Policía fue claro: calma y pistas verificables.
A medida que avanzó el fin de semana, trascendió la identidad de las víctimas en la prensa comarcal e internacional: el fallecido sería Antonio Flores Castro (24–25 años) y el herido, su hermano menor Israel (17). Los grandes medios nacionales evitaron dar nombres por política editorial, pero las piezas locales y una nota en inglés coincidieron en esa identificación.
El lugar exacto —salida o inmediaciones de la iglesia evangélica— y la hora —en torno a las 19:30— quedaron fijados desde el primer momento por Cadena SER, laSexta, La Vanguardia y EFE, que además describieron la dinámica: discusión entre varias personas, al menos un cuchillo, dos hermanos apuñalados y traslado urgente a La Fe.
El barrio de Nazaret amaneció después con cintas policiales y un silencio denso. Entre corrillos se habló de fricciones previas y de que la pelea no fue fortuita. Versiones preliminares apuntaban a relaciones personales cruzadas entre miembros de ambos núcleos familiares, extremo que la investigación no ha cerrado de forma oficial.
En los días siguientes, la investigación dio un giro: tres personas fueron detenidas en Málaga por su presunta relación con el apuñalamiento mortal en València. Los arrestos, coordinados por la Policía Nacional, confirmaron la expansión territorial del operativo y reforzaron la hipótesis de una pelea entre clanes con movimientos fuera de la ciudad.
La línea temporal hoy consolidada es breve y contundente: 3 de mayo —reyerta con arma blanca en Castell de Pop; traslado a La Fe; muerte del mayor en quirófano; menor estable con vigilancia; Homicidios asume las diligencias. Días después, detenciones practicadas lejos de València. A falta de juicio, las imputaciones y el móvil definitivo siguen bajo secreto de actuaciones.
Lo que sí dejaron claro los partes y crónicas: el arma blanca fue letal con una única herida torácica al mayor, y el dispositivo de seguridad se reforzó en el hospital por temor a nuevos choques. Nazaret, acostumbrado a mirar al mar, miró aquellos días sus propias calles buscando respuestas.
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