Jesús Bengoa Díaz de Heredia: el caminante de Vitoria que salió a pasear… y nunca volvió


Jesús Bengoa Díaz de Heredia desapareció el 13 de diciembre de 2021 en Vitoria-Gasteiz. Tenía 68 años, vivía en Portal de Castilla, junto al parque de El Prado, y llevaba una vida tranquila, de rutinas claras: un hombre discreto, de paseo diario, que aquel lunes tenía además una cita importante: el refuerzo de la vacuna contra la covid en el hospital de Txagorritxu. Nunca llegó a ponérsela. Nunca volvió a casa.

Aquella mañana salió como siempre. Según su familia, sobre las 13:30 h cruzó la puerta del portal con su cazadora de plumas azul, pantalón vaquero, zapatillas deportivas azules y una gorra oscura North Face. Era un recorrido que conocía de memoria: un circuito por Armentia que había repetido tantas veces que nadie podía imaginar que justo ese día su rastro se perdería para siempre.

Jesús acostumbraba a caminar desde Portal de Castilla hacia la zona de los concesionarios del alto de Armentia, seguir hasta la basílica bordeando las campas, tomar el bidegorri de la calle Malizhaeza hacia la ikastola Olabide y bajar luego hacia Mendizabala, para regresar por el Paseo de Fray Francisco y el Prado hasta su casa. Una ruta circular, urbana y de monte bajo, que aquel lunes se convirtió en un enigma abierto en mitad de Álava.


Cuando cayó la tarde y Jesús no regresó a la hora habitual, las alarmas familiares se encendieron. No contestaba al teléfono, no había avisado de ningún cambio de planes y tenía la cita médica marcada. La denuncia se interpuso de inmediato y la Ertzaintza activó el protocolo de búsqueda de personas desaparecidas. En pocas horas, patrullas, policías locales y voluntarios empezaron a peinar el entorno de Armentia y los parques cercanos.

El 14 de diciembre la operación ya era masiva. La búsqueda se concentró por la mañana en el bosque de Armentia, Zabalgana y Berrostegieta, y se extendió por la tarde hacia la presa de Crispijana y el entorno de Abetxuko. Helicóptero, Unidad Canina, bomberos, Cruz Roja, DYA y grupos de rescate especializados se sumaron a un rastreo que se movía entre pistas inexistentes y un único dato sólido: Jesús había salido a dar su paseo de siempre… y no había vuelto.

Ante la falta de resultados, desde el 16 de diciembre el dispositivo amplió su radio al río Zadorra. Equipos de buceo de la Unidad de Vigilancia y Rescate rastrearon el cauce y las orillas desde Abetxuko hasta la zona de Trespuentes, revisando esclusas, orillas, vegetación y puntos de difícil acceso. A pesar del despliegue técnico y humano, ni una prenda, ni un documento, ni una huella concluyente apareció en el agua.


Diez días después, la Ertzaintza anunció que el gran operativo de rastreo se detenía “temporalmente”. No porque el caso estuviera cerrado, sino porque se habían agotado las zonas con posibilidades razonables de localización. A partir de ese momento, la investigación continuaría por otras vías: análisis de cámaras, datos de telefonía, entrevistas, reconstrucción de rutinas. Miles de metros cuadrados habían sido revisados sin que el paisaje devolviera el nombre de Jesús.

En marzo de 2022, una jueza archivó provisionalmente la causa por falta de pistas útiles, pese a los esfuerzos iniciales de la unidad especializada en desapariciones. El archivo no significa olvido, pero sí un golpe para la familia: de pronto, el caso quedaba en una especie de limbo procesal, pendiente de “nuevos indicios” que nadie sabía de dónde podrían salir. Mientras, el expediente seguía abierto para la policía autonómica, y Jesús continuaba oficialmente desaparecido.

Su familia, entretanto, vive en alerta permanente. Saben que aquel 13 de diciembre era también el día en que debía vacunarse, y que nunca llegó al hospital. Saben que no tenía costumbre de irse sin avisar, que su paseo estaba medido y repetido, que conocía cada curva del circuito. Por eso les cuesta aceptar la idea de una marcha voluntaria. Entre la posibilidad de un accidente invisible en el monte y la de un hecho delictivo, lo único seguro es la ausencia.


Las redes sociales han sido un refugio y un altavoz. VOST Euskadi, el equipo de voluntarios digitales de emergencias, y la asociación SOS Desaparecidos han mantenido el caso vivo en campañas y recordatorios periódicos. Carteles, tuits, publicaciones: “Jesús Bengoa continúa desaparecido. Si tienes algún dato, llama al 112”. En junio de 2022, seis meses después, VOST volvió a relanzar la alerta, recordando a toda Euskadi que la historia no estaba ni mucho menos cerrada.

En este tiempo se han barajado varias hipótesis: una caída en una zona aún no localizada, una desorientación súbita con salida accidental del circuito habitual, un problema médico inesperado lejos de miradas, o incluso la intervención de terceros. Sin embargo, ninguna de ellas se apoya en pruebas contundentes. No hay lugar del hallazgo, no hay objeto recuperado, no hay testigo que sitúe a Jesús más allá del momento en que salió del portal de su casa.

Han pasado ya más de tres años desde aquel paseo interrumpido, y el nombre de Jesús Bengoa Díaz de Heredia sigue figurando en los listados de desaparecidos de España. Cada cierto tiempo, medios locales recuerdan el caso, casi siempre con la misma frase heladora: “Jesús Bengoa continúa desaparecido”. Una línea que condensa la impotencia de todo un entorno que lleva años esperando una llamada que no llega.

Su historia se ha convertido en una de esas pesadillas silenciosas que se instalan en la vida cotidiana de una ciudad. Un hombre mayor, un paseo de rutina, una cita médica que se quedó sin paciente y un dispositivo enorme de búsqueda que no encontró nada. Un recordatorio de que, a veces, el misterio no necesita carreteras oscuras ni bosques remotos: basta con una tarde cualquiera, en un circuito conocido, para que una persona se esfume entre árboles y aceras.


Jesús Bengoa Díaz de Heredia tenía 68 años cuando desapareció. Mide alrededor de 1,70 m, es de pelo canoso con calvicie parcial y suele llevar barba. El día que se le perdió la pista vestía plumas azul, vaquero, zapatillas deportivas azules y gorra azul oscura North Face. Si estuviste en Vitoria-Gasteiz el 13 de diciembre de 2021 por la zona de Portal de Castilla, El Prado, Armentia o el entorno del Zadorra, cualquier recuerdo, imagen o detalle puede ser clave. Si sabes algo, por pequeño que sea, contacta con el 112 o con SOS Desaparecidos (ref. 25-05439). Su paseo aún no ha terminado hasta que sepamos qué le ocurrió.

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