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El Timbre Maldito: Atrapados en Pesadillas Eternas

 El Timbre Maldito: Atrapados en Pesadillas Eternas

Había una antigua casa en un tranquilo vecindario que siempre había estado deshabitada. Los rumores sobre su origen eran oscuros y las leyendas urbanas aseguraban que estaba embrujada. Los vecinos evitaban pasar cerca de ella y los niños se retaban mutuamente a tocar su timbre en la noche de Halloween, pero siempre se iban antes de que alguien respondiera.

Un día, un grupo de amigos, compuesto por cinco valientes jóvenes, decidió enfrentar el desafío. Se pusieron de acuerdo para tocar el timbre de la casa embrujada en la noche de Halloween, justo cuando el reloj marcara la medianoche. Se prepararon con linternas y nervios de acero, dispuestos a descubrir si los rumores eran ciertos.


Cuando llegó la noche, se dirigieron a la casa abandonada. El viento soplaba fuerte y las hojas crujían bajo sus pies. Con manos temblorosas, uno de ellos tocó el timbre y rápidamente retrocedieron, esperando una respuesta. Pero nada sucedió. Pensaron que todo era solo un mito y se rieron nerviosamente. Decidieron irse y cuando se alejaban, escucharon risas tenebrosas que parecían venir de la casa. Sin embargo, decidieron ignorarlo y se fueron a sus hogares, pensando que habían salido ilesos de la experiencia.

Pero esa misma noche, todos los amigos comenzaron a tener sueños aterradores. Se encontraban atrapados en la misma casa embrujada, con las mismas risas siniestras resonando en el aire. Los sueños eran vívidos y aterradores, con sombras retorcidas y figuras monstruosas persiguiéndolos.

Cada noche, uno de los amigos quedaba atrapado en sus sueños, sin poder despertar. Las pesadillas se volvían cada vez más intensas y los amigos comenzaron a tener problemas para distinguir la realidad de sus sueños. Se sentían agotados y asustados todo el tiempo, pero no sabían cómo detenerlo.

Con el paso de las noches, los amigos iban desapareciendo uno por uno. Algunos nunca volvían a despertar de sus sueños, mientras que otros se volvían locos y eran internados en hospitales psiquiátricos. Los que quedaban estaban aterrados, sabiendo que su turno llegaría pronto.

Finalmente, solo quedaba uno de los amigos. Estaba agotado y aterrorizado, pero no podía escapar de sus sueños. Cada noche volvía a la casa embrujada en sus sueños, siendo perseguido por criaturas monstruosas y sombras retorcidas. No sabía cómo poner fin a la pesadilla.

Una noche, el último amigo también quedó atrapado en su sueño y nunca volvió a despertar. Los vecinos encontraron su cuerpo sin vida en su casa al día siguiente, con una expresión de terror congelada en su rostro.

Desde ese día, la casa embrujada fue evitada por completo por los vecinos del vecindario. Se dice que los espíritus vengativos de aquellos que tocaron el timbre siguen atrapados en la casa, buscando nuevas víctimas que caigan en su trampa y queden atrapados en sus sueños para siempre.
Y así, la leyenda de la casa embrujada y su timbre maldito perdura en la memoria del vecindario, recordando a todos que si tocas el timbre podrías quedar atrapado en una pesadilla eterna.


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