La casa de los llantos: una historia tenebrosa sobre el pasado que nunca muere

Había una pareja feliz, casada desde hace unos años, pero que aún no había tenido hijos. Cada vez que lo intentaban, algo parecía impedir que la mujer quedara embarazada. Desesperados, decidieron adoptar a un niño. Tras varios meses de trámites, les informaron que les habían asignado un niño de 6 años llamado Javier.

La pareja estaba encantada de tener un hijo, pero se dieron cuenta de que algo extraño sucedía. Por las noches, podían escuchar los llantos de niños en la casa, pero cuando se levantaban a investigar, no había nadie allí. A medida que pasaban los días, los llantos se volvían cada vez más fuertes y frecuentes.

Un día, mientras la pareja estaba en la cocina, escucharon un fuerte golpe en la puerta. Cuando la abrieron, no había nadie allí, solo un muñeco de peluche de un niño. La pareja se estremeció, pero pensaron que podría ser un regalo de Javier. Sin embargo, cuando le preguntaron, él negó haber dejado el muñeco allí.

Las cosas empeoraron cuando la pareja comenzó a tener pesadillas horribles sobre niños llorando y gritando. Se despertaban sudando y temblando, pero no podían explicar por qué tenían esos sueños.

Una noche, la pareja se despertó por los fuertes llantos de los niños, pero esta vez era diferente. Los llantos venían de la habitación de Javier. Cuando entraron, se encontraron con una escena aterradora: la cama estaba vacía y había un agujero en la pared que daba a una habitación secreta detrás de ella.

Temerosos, la pareja entró en la habitación secreta y allí encontraron a una anciana llorando. Al acercarse, se dieron cuenta de que era el fantasma de una mujer que había perdido a sus hijos en un incendio en esa casa años atrás. La mujer, que había sido dueña de la casa antes de la pareja, había perdido a sus hijos en el incendio y nunca se había recuperado de la pérdida. Desde entonces, había estado buscando a alguien que pudiera cuidar de los niños que ella había perdido.

La pareja intentó convencer a la mujer de que su hijo adoptivo no era uno de sus hijos perdidos, pero la mujer estaba decidida a quedarse con él. Cuando intentaron tomar a Javier y escapar de la casa, la mujer se enfureció y desató su ira en ellos. La casa se incendió repentinamente y la pareja quedó atrapada, incapaz de salvar a su hijo adoptivo.

Los padres, desconsolados y en estado de shock, huyeron de la casa en llamas y buscaron ayuda de la policía. Pero cuando los oficiales llegaron a la casa, no había signos de incendio ni de habitaciones secretas detrás de la pared.

Los padres insistieron en su historia, pero nadie les creyó. A pesar de años de búsqueda y de la ayuda de expertos en fenómenos paranormales, nunca encontraron una explicación para lo que sucedió esa noche. Desde entonces, la pareja se quedó traumatizada por lo sucedido y decidió mudarse a otra ciudad para dejar atrás aquellos espantosos recuerdos. Sin embargo, nunca pudieron olvidar lo que había sucedido y, cada vez que escuchaban llantos de niños, recordaban a Javier y la trágica noche en que lo perdieron para siempre.